Pocos topónimos suenan de una manera tan deliciosa como “Jabugo”. Nada más escucharlo o leerlo nuestra memoria culinaria nos traslada a un sabor inspirador y único: el del jamón de bellota 100% ibérico. Pronunciar el nombre de Jabugo significa evocar excelencia, maestría y el valor de una casa centenaria, Cinco Jotas.

Cerdos ibéricos en Jabugo

Esta localidad onubense, situada en el Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y enmarcada en una Reserva de la Biosfera de la UNESCO, cuenta con apenas 3.000 habitantes pero es la capital mundial del jamón de bellota 100% ibérico gracias a la presencia de la bodega de Cinco Jotas.

Todo aquel viajero y visitante que guíe sus pasos hasta Jabugo debe, sin duda, detenerse en esta casa donde nació una marca legendaria. Allí conocerá de primera mano cómo Cinco Jotas ha sido capaz de conservar intacta la esencia de la tradición y el trabajo de varias generaciones de familias de Jabugo.

El pueblo de Jabugo puede presumir de contar con un patrimonio gastronómico basado en la elaboración del jamón ibérico más exclusivo, una obra de arte creada gracias a la sabiduría de los maestros de Cinco Jotas. A ellos les corresponde el logro de mantener inalterada una tradición que se remonta a 1874.

Jamón de Jabugo Cinco Jotas, su gran tesoro
Jabugo y Cinco Jotas forman un binomio inseparable. Este pueblo de casas blancas y calles empedradas cuenta con una ubicación geográfica y unas condiciones climáticas excepcionales para la curación lenta y natural de cada jamón Cinco Jotas de bellota 100% ibérico: veranos frescos y calurosos e inviernos secos y húmedos. Se trata de un largo proceso de curación, con supervisión individualizada, pieza a pieza, en unas instalaciones naturales únicas.